La compañía acusa infracción a los derechos de autor.
Nintendo hace noticia por una demanda nuevamente. Esta vez en contra de los desarrolladores del emulador Yuzu, uno de los más conocidos por permitir jugar videojuegos de la consola Nintendo Switch en otras plataformas, como PC. En este caso, la compañía japonesa acusa que se están infringiendo disposiciones de la Ley de Derechos de Autor del Milenio Digital (DMCA).
Según Nintendo, Yuzu está «diseñado principalmente para evadir varias capas de cifrado de Nintendo Switch», permitiendo a los usuarios jugar juegos con derechos de autor en sus otros dispositivos. Con esta demanda, buscan impedir el funcionamiento del emulador, pero no solo eso, sino que también confiscar sus nombres de dominio, presencia en redes sociales y transferir el control de su sitio yuzu-emu.org a Nintendo.
«Nintendo está llevando el caso como una reclamación de circumvención DMCA», dijo Richard Hoeg, un abogado de negocios que presenta el podcast Virtual Legality. «Hay una verdadera posibilidad de que ganen a medida que se pruebe en el tribunal cómo se creó el emulador», añadió el experto.
¿Pero no que emular no infringía los derechos de autor?
La respuesta es que depende. Existen precedentes legales donde no se sanciona el desarrollo de emuladores que no utilicen ningún código de fuente de la empresa; pero en este caso es más complejo, pues actualmente emuladores como Yuzu requieren de multiples capas de cifrado y el uso de BIOS con derechos de autor para funcionar.
Al mismo tiempo, entre los argumentos de Nintendo, es que «Yuzu está facilitando la piratería a una escala colosal», proporcionando instrucciones detalladas sobre cómo usar copias ilegales de juegos de Nintendo Switch, probando miles de juegos para verificar su compatibilidad, y enlazando a sitios web que ayudan a los usuarios a obtener y distribuir más claves de productos.
El caso plantea cuestionamientos importantes sobre la legalidad de los emuladores en el contexto de la protección de los derechos de autor y la propiedad intelectual, lo que podría tener implicaciones significativas para la comunidad de emulación y el acceso a los juegos clásicos en plataformas modernas.
